Elizabeth Bishop (II)

Posted by La mujer Quijote in ,


Su poesía se caracteriza por un rígido control formal y por el detalle en la descripción de objetos y lugares pero sin incluir detalles de tipo personal (algo que era muy habitual en contemporáneos suyos como Robert Lowell o John Berryman). Muchas veces fue etiquetada como "poeta para poetas". Sin duda, una de las grandes poetas americanas del s. XX.
La versión es la de D. Sam Abrams y Joan Margarit.



EL INCRÉDULO
Duerme en lo alto de un mástil - Bunyan

Duerme en lo alto de un mástil
con los ojos firmemente cerrados.
Debajo de él caen las velas
como las sábanas de su cama,
dejando fuera, al aire de la noche, la cabeza del durmiente.

Fue transportado ahí dormido,
dormido se enroscó
en una dorada bola en lo alto del mástil
o trepó dentro de un pájaro dorado,
o ciegamente se sentó a horcajadas.

"Descanso en pilares de mármol",
dijo una nube. "No me muevo nunca.
¿Ves, ahí, los pilares en el mar?"
Firme en la introspección,
escudriñaba los pilares reflejados en el agua.

Una gaviota tenía las alas debajo de él,
y observaba que el aire
era "como de mármol". Él decía:
“Aquí arriba me levanto a través del cielo
merced a las alas de mármol que sobre lo alto de mi torre vuelan".
Pero duerme en lo alto del mástil
con los ojos cerrados con fuerza.
La gaviota indagó dentro de su sueño,
el cual era: "No debo caerme.
El rizado mar de ahí abajo desea que me caiga.
Es duro como el diamante: desea destruirnos a todos".


TORMENTA ELÉCTRICA
Aparece un desagradable amarillo.
¡Cre-eek! Seco y luminoso.
La casa fue realmente alcanzada.
¡Crek! Un sonido metálico, como el de un vaso que se deja caer.
Tobías saltó desde la ventana hasta la cama
—silencioso, sus ojos blanqueados, de punta el suave pelo.
Personal y malintencionado como el niño de los vecinos,
el trueno empezó a estampar y a sacudir el tejado.
Un relámpago rosa:
después el granizo, las más grandes perlas artificiales.
De un blanco de muerto, de un blanco de cera, frías
—gentilezas de viudas de diplomáticos
desde una vieja fiesta lunar—
yacen fundiéndose en la hilera de hierba dejada a secar
en el rojo suelo hasta mucho después de salir el sol.
Encontramos fundidos los alambres de los fusibles,
sin luz, con un olor a bromuro,
el teléfono sin línea.

El gato se quedó entre las tibias sábanas.
Los árboles de la Cuaresma habían mudado todos sus pétalos:
húmedos, atascados, púrpura, entre las perlas como ojos muertos.


DISCUSIÓN
Días que no pueden acercarte,
o que no quieren,
Distancia intentando aparecer
algo más que obstinada, discutir discutir
discutir conmigo
interminablemente
sin que resultes ni menos deseada ni menos amada.

Distancia:
¿recordar toda aquella tierra
bajo el avión;
aquella línea de la costa,
de anchas playas de arena con poca luz
alargándose sin poderlas distinguir todo el trayecto,
todo el trayecto hacia donde terminan mis razones?

Días: y pienso
en todo este discordante montón de instrumentos,
uno por cada hecho,
una experiencia cancelando a otra;
cuánto se parecían
a algún horrible calendario
"Saludos de Nunca & Para Siempre, S. A.".

El son intimidatorio
de estas voces
que hemos de descubrir por separado
puede y debe ser vencido:
Días y Distancia desconcertados de nuevo
y que ya han huido
para siempre desde el amable campo de batalla.

This entry was posted on 28 mayo 2016 at 20:53 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

0 comentarios

Publicar un comentario